El perro Excalibur, víctima de los políticos, no del Ébola.
La hemeroteca es como una vieja bruja vengativa que casi siempre llega para mal, para poner en su sitio a los mentirosos y a los incoherentes; para sacar los colores a los que conservan algo de vergüenza. Y es que, contra lo que dice el adagio, las palabras nunca se las lleva el viento, sobre todo si se graban o se escriben. Ya estamos acostumbrados a que los políticos digan una cosa y la contraria,